lunes, 1 de junio de 2015

EL AGUA. QUE COSA ES?

agua (del latín aqua); femenino.

1. Cuerpo formado por la combinación de un volumen de oxígeno y dos de hidrógeno, líquido inodoro e insípido; en pequeña cantidad incoloro y verdoso en grandes masas, que refracta la luz, disuelve muchas sustancias, se solidifica por el frío, se evapora por el calor y, más o menos puro, forma la lluvia, las fuentes, los ríos y los mares.

2. Cualquiera de los licores que se obtienen por infusión, disolución o emulsión de flores, plantas o frutas que se usan en medicina y perfumería (agua de azahar, de colonia, de heliotropo, de la reina de Hungría, de rosas). (Diccionario de la Lengua Española, Real Academia Española.)

SIGUEN 52 referencias a otros tantos vocablos del diccionario que aparecen en conjunción con la palabra agua.

También varios matices idiomáticos relacionados con el agua y expresiones que la invocan, por ejemplo "¡agua va!" (o, más recientemente, "aguas"), con la que se avisaba a los transeúntes cuando desde alguna casa iban a echar a la calle agua o inmundicias.

Otras expresiones, divertidas y sabias, son "ahogarse en un vaso de agua" (afligirse por motivos triviales), "coger el agua en un cesto" (trabajar en vano), "caer como el agua de mayo" (ser bien recibido), "echar agua al vino" (dulcificar la actitud), o "más agua a los frijoles" (para que alcancen), "echar un jarro de agua fría" (desalentar), "estar con el agua al cuello" (sumamente apurado), "hacérsele a uno agua la boca" (ante algo delicioso), "llevar toda el agua a su molinito" (una persona que todo lo usufructúa en su provecho), "más claro que el agua" (algo evidente), "nadar (o navegar) entre dos aguas" (contemporizar con dos opiniones o tendencias opuestas), "parecerse como dos gotas de agua" (ser idénticos), etcétera.

Aquí no se trata de ampliar el conocimiento lexicográfico arriba resumido, cosa por otro lado para mí imposible de hacer, pues pocos temas me vienen a la cabeza sobre los que más pueda escribirse. Además no soy un experto ni con ese espíritu emprendí este trabajo. Mi propósito es poner al alcance del lector una información que se antoja comunicar: el agua es el elemento mas maravilloso que conozco y con un poco de las varias cosas que diré espero despertar su curiosidad para investigar aún más sobre este fascinante campo.

Tales de Mileto, el filósofo griego del siglo V a.C., afirmó que el agua era la sustancia original, de la cual todas las demás (tierra, aire y fuego) estaban formadas. Anaximandro, unos años más tarde, y otros filósofos después, concluyeron que más bien hay una cierta proporción de fuego, aire, tierra y agua en el mundo, que cada uno lucha por extender su imperio y que se presenta la necesidad natural de restablecer el equilibrio. La consideración de Tales lleva mucha verdad en el sentido de que en todo hay agua; de hecho, Isaac Newton, en el siglo XVII, escribió su tratado De Natura Acidorum, en donde sostenía que todo cuerpo podría ser reducido a agua.

En el agua se originó la vida y de ella sigue dependiendo. Esto, por cierto, sucede porque el agua es una sustancia completamente fuera de lo común: es líquida en condiciones normales, cuando "debería" ser gaseosa, y su forma sólida flota sobre su forma líquida, cuando "debería" ser al revés; su forma líquida semeja más un sólido que un líquido ordinario. Cuando se congela se forma el hielo, o mejor dicho, alguno de los hielos, pues hay nueve distintos. ¡Vaya lío!

Con la excepción de productos exóticos, el agua es el mejor disolvente que existe (de sólidos, de líquidos y de gases). Si el agua no fuere así no podría sustentar la vida, pues gracias a esta propiedad conduce los nutrientes a los seres vivos y elimina sus desechos; además, lleva el oxígeno a los seres acuáticos.

El 71 por ciento de la superficie de nuestro planeta está cubierto por ella; millones de toneladas, en forma de vapor, flotan en la atmósfera y sin embargo grandes regiones terrestres carecen de ella.

Los seres vivos moran inmersos en el agua o en el aire. En su interior son, en gran medida, agua: en el agua se originó la vida y de ella sigue dependiendo.

La enorme presión de la actividad humana sobre la disponibilidad de este recurso en los asentamientos humanos, los centros industriales y los turísticos, y en las zonas agrícolas, exige de un gran esfuerzo para proveerla en la cantidad y con la calidad adecuada. El consecuente problema de las aguas residuales es de magnitud comparable.

¿Qué es el agua?, ¿cómo existe en la naturaleza y cómo es utilizada por los seres vivos? ¿Cómo llega y cómo sale de las ciudades? Conocer este elemento es necesario para apreciarlo, conservarlo y no deteriorarlo.

Es por las propiedades del agua, en particular por su gran capacidad de disolver otras sustancias, que es tan fácil maltratarla... hacerla inservible para la vida.

Para iniciar nuestra exploración y descubrir sus curiosidades debemos tomar un poco de agua y jugar con ella.

3. ELAGUA Y LA VIDA

El agua es constituyente necesario de todas las células, animales y vegetales y la vida no puede existir en su ausencia ni siquiera por un periodo limitado. El agua que contienen los organismos vivos varía entre los extremos de 97% en los invertebrados marinos hasta 50% en las esporas.

El hombre adulto contiene en su organismo 70% en promedio, distribuido de la siguiente manera:

 

tejido nervioso
84%
hígado
73%
músculos
77%
piel
71%
tejido conectivo
60%
tejido adiposo
30%

 

En los fluidos biológicos, tales como la saliva, plasma y jugos gástricos, el contenido de agua es hasta de 99.5 por ciento.

 

 



 

Figura 30. Los seres vivos participan en el ciclo hidrológico global del plantea. En la figura se ilustra de qué manera las plantas y los animales contribuyen al movimiento del agua.

 

Aproximadamente el 50% del contenido de agua en los organismos se encuentra en las células, 35% en materia no acuosa, 5% en el plasma y el 10% restante distribuido en el cuerpo. Es el agua la que da la turgencia a las células.

El agua es el solvente que promueve la digestión, en la que se rompen los carbohidratos y las proteínas. Los lípidos, aunque no cambian químicamente, se solubilizan en el medio acuoso para su asimilación.

Otro papel muy importante que desempeña el agua es el control de la temperatura del cuerpo mediante el aprovechamiento del calor latente del agua. Este proceso impide que existan zonas demasiado calientes o demasiado frías. La reserva de un humano adulto es de unos 45 kg, de los que se pierden entre 300 y 400 gramos por la respiración y entre 600 y 800 gramos por la evaporación cutánea. Ello disipa un 20% del calor producido por el cuerpo.

Los organismos vivos no pueden sobrevivir sin una alimentación mínima de agua, aunque ésta varía grandemente en los reinos animal y vegetal. Un humano adulto ingiere aproximadamente 2.5 litros de agua diariamente por medio de los líquidos y sólidos que toma. En la tabla se muestra la cantidad de agua que adquiere un adulto por cada 1.5 kg de comida "sólida" (que contiene 57% de agua).

 




 
Peso ( en g )
Cantidad de agua (en g )



Pan
300
100
Leche
200
175
Carne
100
76
Papas
300
225
Verduras
150
133
Fruta
50
40
Queso
60
21
Pescado
60
49
Embutidos
80
9.5
Grasa
40
0
Azúcar
40
0




 

Además, un adulto genera diariamente cerca de 350 gramos de agua acompañados por la liberación de 1.31 kilocalorías de energía por la combustión de la comida. Esta combustión se produce por medio de una serie de reacciones químicas en las que se forman proteínas de los aminoácidos y glicógeno de la glucosa y en las que resultan hidrógeno y oxígeno que se recombinan en agua.

El agua sirve para irrigar, distribuir nutrientes y remover desechos. La circulación del agua procede por la absorción intestinal, el flujo de la sangre y la diuresis. Las enfermedades relacionadas con el agua están conectadas con las irregularidades en la distribución sanguínea, la composición del agua intracelular y extracelular y la deshidratación.

La ingestión de agua y su generación interna por medio de reacciones químicas se acopla con la pérdida del agua por la excreción, transpiración y pérdida de vapor por la respiración para dar lugar al ciclo hidrológico propio de los organismos. Este, a su vez, se acopla al ciclo hidrológico de la naturaleza.

El subciclo relacionado con las plantas se completa con el proceso de la fotosíntesis, en el cual se asimilan el vapor de agua y el bióxido de carbono. Los estudios que se han hecho con isótopos trazadores han demostrado que el oxígeno liberado se reconvierte en agua.

Esta breve descripción muestra las diferentes formas en las que el agua se liga con la vida, actuando como solvente, dispersante y lubricante. Es además un insumo y producto de las reacciones bioquímicas.

Por lo tanto no es de sorprender que un cambio en las propiedades del agua afecte, en algunos casos fatalmente, a los seres vivos. Por ejemplo, cada especie tiene un límite de temperatura del agua arriba del cual le es peligrosa. En los mamíferos, esta temperatura es de aproximadamente 40 grados centígrados.

La pureza del agua es fundamental: algunas especies químicas son nocivas, y la tolerancia varía según su efecto sobre la vida. Puesto que el agua es tan buen solvente, los contaminantes fácilmente se incorporan a ella y por tanto son llevados a los organismos y asimilados por ellos.

El agua químicamente pura es inadecuada para la vida por varios motivos. En primer lugar, es extremadamente reactiva y ataca los delicados procesos vitales. Existe además un equilibrio de sales en las células que el agua químicamente pura rompería con consecuencias fatales, pues tendería a asimilar los sólidos disueltos, robándolos a las células. En el otro extremo, un agua con demasiadas sales tiene un efecto similar por la misma razón. Así, el Mar Muerto tiene una salinidad tan alta que no existe la vida en su seno.

Serían necesarios muchos estudios más para conocer con mayor precisión el papel del agua en la vida. Por ejemplo, sobre la manera como el agua participa en la organización de las estructuras moleculares biológicas, estabilizando los biopolímeros. Se sabe que se requiere 30% de agua para mantener la estructura de estas cadenas moleculares, que se derrumban por la deshidratación. Se supone que las fuertes interacciones eléctricas que provocan las ligaduras de hidrógeno contribuyen a esta estabilización e inclusive se han caracterizado algunas de ellas en los elementos constituyentes. Empero, el panorama para los científicos es todavía incompleto.

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